He sido inasible: vapor, aire, mujer que vuela.
Diáspora
Historias mínimas de lluvia y más
Formación de las estrellas: Ella llovía de adentro hacia afuera. Él, recogía con suavidad una a una cada gota, las congelaba y las lanzaba con un soplo al espacio.
Las gotas de lluvia formaron un mar en su pecho. Él no sabía si, en el fondo, una sirena lo esperaba para empaparle el corazón.
Ella no sabía si lloverse hacia adentro o hacia afuera. Él no sabía cómo ser esa lluvia.
Le preguntó a las palabras por ella, pero le contestaron con hondos silencios. Entonces, se hizo parte del silencio para encontrarla hondamente.
Ella lo encontraba en todas las cosas: en el humo, en una esquina rota, en su inútil oficio de atrapar el viento y en su última esperanza.
Ella le escribía notas de amor en las nubes con la ilusión de que las leyera. Nunca imaginó que él ya no miraba hacia el cielo, ni cazaba nubes.
Él le pidió algo para endulzar su café. Ella le ofreció dos besos.
Él, leía su cuerpo, tenue y delicado, palabra por palabra con sus manos. Ella, sin poder evitarlo, ardía a 451 Fahrenheit.
Coincidir
Para coincidir
no basta sólo con estar presente
hay que andar y desandar hacia los costados,
vivir es más, mucho más,
infinitamente más
que ir hacia adelante hechos prisa
o ir hacia atrás hechos llanto.
Hacia los costados nos habitan:
la ternura, la amplitud, el deseo,
la intensidad de la espera,
lo insoportable de la espera,
la distancia mínima más allá de la caricia,
la convergencia de dos voces,
voces apenas,
discretamente apenas,
que conjuran "un universo para dos".
Hacia los costados, siempre,
mientras sea siempre,
la vida busca que el durante dure
que el amor perdure
que el coincidir persista
y se resista a lo vano.
Coincidir en un aquí de ambos.
Coincidir en un presente común.
Soñar
Soñar con alguien
no con cualquiera
soñar-te
como llevando mi vida a la tuya
donde no haya un adiós
si aún no hay bienvenida
mejor
donde no haya un adiós.
soñar(te)
aunque no sepa cómo soñar
inventar, tal vez,
la respiración que lo permita
hacer caer mis párpados
dibujarte en un delicado gesto
invocar la musicalidad de tu nombre
apagar los ruidos de los autos
y cerrar todas las cortinas.
soñar(te)
y, en ese soñar,
¿cómo será mirarnos?
¿cómo será esa fragilidad mutua?
sí, he de sentir en sueños
lo que no puedo con ojos abiertos:
la gra ve dad del amor
y su curvatura.
Decir
Decir 'tiempo' y que todo se detenga
para pensar sobre lo hondo,
lo oscuro,
lo justo,
lo inexorable.
Decir 'amor' con torpeza,
con el cuerpo estremecido
con el deseo de su eco próximo
para saborear el mundo y su infinito.
Decir 'piel' sólo si se hace temblando
para acariciar el adentro imposible
de otra piel erizada
de otra piel que espera sin prisa.
Decir 'beso' como subrayando la vida
para dejar un "tal vez" encendido
para insistir en la belleza
de una historia que falta por contar.
Decir como construir
enmudecer esperando tu dictado
inventar palabras para crear(nos)
hacer silencio para decir verdades.
Dormida
I