Mark Twain es conocido por dos libros preciosos: Tom Swayer y las aventuras de Huckelberry Finn. Sin embargo, lo adoré y admiré con una obra suya que no conocía y me emociona continuamente: El Diario de Adán y Eva.
Los Diarios de Adán y Eva permiten observar a los personajes bíblicos justo en el momento en que se conocen y empiezan a enamorarse. La explosión a la que se someten, sus conductas imprevisibles, los defectos cotidianos, los enojos, sus sensaciones y sentimientos muestran la construcción de una pareja y constituyen la prueba de cómo el autor comprende y sabe expresar lo verdadero del ser humano. Sin duda alguna, estos diarios reinventan el paraíso: está allí, donde existe el amor.
FRAGMENTOS
Del Diario de Adán:
“La nueva criatura le pone nombre a todo lo que ese le aparece, antes de darme tiempo siquiera a protestar.”
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“Después de todos estos años, me doy cuenta de que estaba equivocado respecto de Eva al principio: es mejor vivir fuera del Jardín con ella que dentro sin ella. Al principio, creía que hablaba demasiado; pero ahora me entristecería que esa voz se silenciara y desapareciese de mi vida. ¡Bendita sea la castaña que nos unió y me enseñó a conocer la bondad de su corazón y la dulzura de su espíritu!”
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“Dondequiera que ella estaba, allí era el Edén.”
Del Diario de Eva:
“Estuve toda la semana pegada a él e intenté presentarme. Tuve que sostener la charla, porque él estaba cohibido, pero no me importó. Parecía agradecido de tenerme cerca, y usé varias veces el “nosotros”, tan sociable, porque parecía halagarlo el sentirse incluido.”
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“Me pasé toda la mañana trabajando para mejorar el lugar; y me mantuve alejada de él a propósito con la esperanza de que se sintiera solo y viniese. Pero no lo hizo”.
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“He perdido el Jardín, pero lo he encontrado a él, y estoy contenta. Me ama tanto como puede; yo lo amo con toda la fuerza de mi naturaleza apasionada.”
Comparto un link donde podrán leerlo desde la computadora. ¡Disfrutenlo!
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