El problema no es meter el mundo en el poema; alimentarlo de luz, planetas, vegetación. Ni tampoco enriquecerlo, adornarlo con palabras delicadas, abiertas al amor y a la muerte, al sol, al vicio, a los cuerpos desnudos de los amantes, el problema es hacerlo habitable, indispensable a quien sea más pobre, a quien esté más solo que las palabras acompañadas en el poema. Autor: Casimiro de Brito Traducción de Montserrat Gibert |
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